Pérdida social de Línea Amarilla y Rutas de Lima llega a US$2,000 millones cortesía de Susana Villarán.
Susana Villarán ha sido la peor alcaldesa de Lima. Como consecuencia de las concesiones Línea Amarilla y Rutas de Lima, los ciudadanos pagaremos US$2,000 millones adicionales de peajes sin recibir nada a cambio. Ambas concesiones son las estafas más grandes desde la fundación de la Ciudad de los Reyes.1. En noviembre de 2009, con Luis Castañeda Lossio como alcalde, la Municipalidad firmó el contrato original de Línea Amarilla con la empresa brasileña OAS. El acuerdo consistió en entregar en concesión los peajes de Vía de Evitamiento durante 30 años a cambio de que OAS invirtiera US$590 millones en nuevas vías, además de darle mantenimiento a las existentes. Se estipuló que OAS comenzaría a cobrar peajes luego de completar 70% de avance de las obras.
2. El 13 de febrero de 2013, durante la gestión de Susana Villarán, se suscribió una adenda en extremo lesiva para la ciudad por dos razones. La primera es que se extendió el plazo de la concesión de 30 a 40 años. La segunda es que la Municipalidad se comprometió a asumir el riesgo constructivo, vale decir a compensar a OAS si se generaban demoras en la ejecución del proyecto.
3. Diego Ferré, que se desempeñó como gerente municipal de promoción de la inversión privada hasta febrero de 2012, ha dicho en la Comisión Lava Jato que la adenda fue perjudicial para Lima y favorable para OAS. Peor aún, Villarán permitió que OAS cobrará peajes cuando ni siquiera había completado 40% de los trabajos.
4. En agosto de 2016, OAS vendió Línea Amarilla a la empresa francesa Vinci por US$1,664 millones. Para entonces, OAS había recibido US$160 millones extra de Villarán precisamente gracias a la generosa adenda de febrero de 2013. Por lo tanto, los ingresos totales de OAS por la concesión fueron mayores a US$1,800 millones. Como la inversión realizada no superaría US$400 millones, OAS obtuvo más de US$1,400 millones de ganancia por el proyecto: una tasa de rentabilidad superior al 250%.
5. Pero Línea Amarilla no es la única perla de Susana Villarán. En enero de 2013, la Municipalidad firmó la concesión Rutas de Lima por la cual entregó los peajes de Panamericana y Ramiro Prialé a Odebrecht durante 30 años a cambio de un compromiso de inversión de US$590 millones en infraestructura vial.
6. En junio de 2016, Odebrecht vendió 57% de Rutas de Lima al fondo Brookfield por US$430 millones. Odebrecht no habría invertido más de US$140 millones hasta el momento de la venta. En consecuencia, Odebrecht ya ha ganado US$290 millones por Rutas de Lima, una tasa de rentabilidad superior al 200%, sin tomar en cuenta que aún mantiene 25% de la concesión.
7. Nadie compra un proyecto para perder plata: los ingresos que Vinci y Brookfield anticipan recibir son mayores a lo que han pagado por los proyectos. Por supuesto, los ingresos de los concesionarios se financian con los peajes que pagan los ciudadanos.
8. La enorme diferencia entre los precios de venta de Línea Amarilla y Rutas de Lima y los compromisos de inversión implica que los limeños pagaremos mucho más en peajes de lo que recibiremos en obras. Se puede inferir que la pérdida social de Línea Amarilla sería de al menos US$1,400 millones. En el caso de Rutas de Lima, en que Brookfield solo ha comprado 57% del proyecto, la pérdida social sería superior a US$600 millones. Así, la pérdida social total de las lesivas concesiones de Susana Villarán sería mayor a US$2,000 millones.
9. Hay numerosa evidencia que sugiere que ambas concesiones fueron producto de la corrupción. Tanto la adenda a Línea Amarilla como el contrato de Rutas de Lima se suscribieron en el verano de 2013, cuando Villarán estaba en plena campaña del No a su revocatoria. Asimismo, en octubre de 2014, Villarán perdió la reelección frente a Castañeda.
10. De acuerdo con un colaborador eficaz, Odebrecht financió tanto la campaña del No como la fracasada reelección de Villarán. Según este colaborador, Odebrecht le pagó a una empresa vinculada a Luis Favre en Brasil, y entregó US$1 millón en Lima para las campañas de Villarán.
11. Odebrecht también habría pagado por lo menos US$711 mil en coimas por Rutas de Lima. En efecto, como producto de las investigaciones en Brasil, se sabe que hubo al menos dos coimas registradas en la Caja 2, la contabilidad paralela de Odebrecht. Las coimas fueron pagadas en febrero y octubre de 2014. La siguiente imagen ha sido tomada de la nota aparecida en Convoca.pe.
12. Según Roberto Trombeta, colaborador eficaz en Brasil, OAS habría desviado fondos con propósitos ilícitos a dos empresas que nunca participaron en Línea Amarilla. El desvío, que ascendería a más de US$9 millones, se habría completado el 12 de febrero de 2013, justo un día antes de la firma de la adenda que extendía la concesión a 40 años.
13. Alberto Youssef, otro delator en Brasil, ha dicho que OAS envío hasta US$2.5 millones entre 2012 y 2014 para pagar sobornos en Lima utilizando traficantes de dinero llamados “doleiros”. Ha trascendido que US$900 mil fueron entregados "en la misma oficina en que fue rector el arquitecto Javier Sota Nadal, quien después sería presidente de la empresa Emape del municipio metropolitano."
14. Susana Villarán es la responsable directa de Línea Amarilla y Rutas de Lima. De acuerdo con Diego Ferré, la adenda a Línea Amarilla no fue iniciativa de OAS sino de la propia Susana Villarán. Según Julio Castiglioni: "Si hubo pago de sobornos [por Rutas de Lima] Villarán debió saberlo", pues la concesión fue revisada por el CEPRI del municipio cuyos miembros dependían directamente de la alcaldesa.
15. Pero Villarán no actuó sola: en su testimonio en la Comisión Lava Jato ha insistido que su equipo de trabajo estaba al tanto de los pormenores de las concesiones. En efecto, Hernán Nuñez y Augusto Rey, miembros del entorno de Villarán, han defendido la adenda a Línea Amarilla y el contrato de Rutas de Lima a capa y espada.
16. Según El País, Gabriel Prado, funcionario de confianza de Villarán, abrió una cuenta en la Banca Privada de Andorra en agosto de 2013 con la intención de depositar US$1 millón. Prado fue presentado “por Aeon Group, una de las sociedades utilizadas por Odebrecht para pagar sus sobornos”. Prado ha dicho que la cuenta se abrió sin su conocimiento debido a que firmó un papel en blanco cuando buscaba trabajo en Odebrecht. La versión de Prado no solo es inverosímil sino una burla a la sociedad.
El ciudadano de a pie sufre en carne propia las consecuencias de Línea Amarilla y Rutas de Lima. Los peajes se han incrementado en 50% y 66% sin que haya habido una mejora equivalente en el servicio o la infraestructura. El abortado doble peaje en Puente Piedra es una muestra de hartazgo de los limeños con las leoninas concesiones.
La probabilidad de que no haya habido corrupción en Línea Amarilla y Rutas de Lima existe pero es similar a la probabilidad de que el Sol gire alrededor de la Tierra. Los políticos corruptos nos asaltan con desvergüenza protegidos por un sistema en el que reina la impunidad. A los ladrones de cuello y corbata, o chalinas verdes, nada les pasa.
El grueso de la prensa no investiga ni analiza. Las revelaciones sobre la corrupción vienen del exterior. Peor aún, en el colmo del descaro y la sinrazón, representantes de medios privados afirman que es obligación subsidiarlos con publicidad estatal distrayendo valiosos recursos de la salud, educación y seguridad públicas. Cada uno parece cuidar su tajada del pastel que resulta de engañar y robar sistemáticamente al ciudadano.
Pero el mundo da vueltas. La historia nos enseña que cuando la corrupción y el dispendio llegan a los extremos de hoy en el Perú, las grandes transformaciones políticas y sociales están a la vuelta de la esquina.
Juan Mendoza, 22 de Noviembre de 2017.