Cofide en riesgo de perder US$840 millones o 36% de su cartera de préstamos. Cofide ha sido el gran financista de Odebrecht, Graña y Montero, y el Club de la Construcción por más de US$530 millones.
Cofide ha perdido más de S/.65 millones el 2017. Pero, estas pérdidas son la punta del iceberg. Las pérdidas potenciales llegarían a US$840 millones que equivalen a 36% del total de la cartera de colocaciones. Lejos de enfocarse en prestarle a la pequeña y micro empresa, Cofide ha sido el gran financista de estafas, como el Gasoducto del Sur, de empresas coimeras, como Odebrecht y Graña y Montero, y del “Club de la Construcción” por más de US$530 millones.Cofide es un banco estatal creado en 1971 por el gobierno militar de Juan Velasco. En teoría, Cofide debería haber financiado a la pequeña y micro empresa y a proyectos de infraestructura y desarrollo económico y social que no tienen acceso a la banca privada. En la práctica, Cofide ha financiado a grandes empresas, que tienen amplio acceso al crédito privado, y a proyectos lesivos para el desarrollo del Perú.
En setiembre de 2017, los préstamos de Cofide a pequeñas y micro empresas, cajas rurales y cooperativas eran de US$23 millones lo que equivalía a 1% del total de la cartera de colocaciones. Como comparación, los préstamos a Odebrecht y Graña y Montero ascendían a US$246 millones y US$70 millones. Entre los proyectos de Odebrecht que Cofide ha financiado se encuentran el Gasoducto del Sur, el Trasvase Olmos y la Hidroeléctrica de Chaglla. Cofide también ha financiado proyectos de Cosapi, Málaga Hermanos, ICCGSA, y H&H, empresas parte del “Club de la Construcción” por US$145 millones, y la lesiva concesión Línea Amarilla al ritmo de US$71 millones.
¿Por qué el Estado peruano, a través de Cofide, ha subsidiado a empresas privadas, como Odebrecht, Graña y Montero, y Cosapi? ¿Qué tipo de lógica explica que Cofide haya financiado proyectos con rentabilidad social negativa como el Gasoducto, Olmos y Línea Amarilla? ¿Cómo así Cofide tenía entre sus clientes más importantes a empresas que formaban parte del “Club de la Construcción”? ¿No ha sido acaso Cofide un facilitador del dispendio y la corrupción?
El manejo imprudente e inepto de Cofide tiene consecuencias: cerca del 10% de los créditos están impagos. Peor aún, de acuerdo con información del propio Cofide, el 36% de la cartera, que equivale a más de US$840 millones, está en situación de pérdida, cobranza dudosa o deficiente o con problemas potenciales. Cofide se sigue endeudando en el mercado internacional pues se sobreentiende que, si sus problemas se agravan, el Estado peruano acudirá en su rescate.
Cofide no debe existir: es un dinosaurio del socialismo de Velasco incompatible con la economía de mercado. Los grupos de interés y las empresas corruptas siempre estarán al acecho de conseguir préstamos subsidiados de Cofide con la ayuda de funcionarios ineptos o inmorales. Haría mal el MEF, principal accionista de Cofide, en inyectarle más recursos para cubrir las pérdidas. ¿Por qué los ciudadanos debemos resignarnos a que el dinero de nuestros impuestos se despilfarre o sea botín de los corruptos?
Juan Mendoza, 24 de enero de 2018.